Toda persona que ha jugado a juegos de azar relacionados con números (como el bingo, la lotería, o juegos de casino como la ruleta) ha pensado alguna vez en los números de la suerte. Un día concreto, un número que ha ido bien en otras ocasiones… «¡Mi número de la suerte es el 7!», etc.
Esto es simpático, gracioso, y no le hace daño a nadie. ¿No? Bueno: depende. Si quieres coger tu número de lotería acabado en tu número de la suerte, pues bueno, está bien, no es mejor ni peor que escoger una terminación en cualquier otro número. Pero hay personas que se toman muy en serio lo de los números de la suerte, y montan entorno a ellos toda una estrategia de juego en la que se apuesta dinero de por medio, sobre todo en juegos de casino… y mucho nos tememos que esto no funciona.
Porque, verás, los llamados «números de la suerte» sí que existen. Pero no son lo que crees, y lo que crees, matemáticamente no funciona. ¡Sigue leyendo, que parece un lío pero verás que es muy sencillo!
Qué son los números de la suerte en matemáticas
Una de las ramas de las matemáticas es la teoría de números, que se dedica entre otros detalles a estudiar las propiedades de los números enteros. Y lo que hacen los matemáticos para estudiarlos es, entre otras cosas, las cribas. Por ejemplo, existe la criba de Eratóstenes para conseguir los números primos. Pues bien, hay una criba con la que se consiguen los llamados números de la suerte, y funciona así:
- Primero haces una lista con números enteros hasta donde te parezca, 100, 120, 150…
- Comienza a eliminar números de dos en dos, es decir, dejas el uno, eliminas el 2, dejas el 3, eliminas el 4… haciéndolo así eliminas todos los pares. La lista queda en 1, 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 17, 19, 21, 23, 25, 27…
- Ahora, en tu secuencia, el segundo número es el 3. Así que se eliminan todos los números que quedan de 3 en 3, y el resultado será una secuencia así: 1, 3, 7, 9, 13, 15, 19, 21, 25…
- El tercer número que queda ahora es el 7, así que ahora eliminas cada séptimo número. La secuencia queda en 1, 3, 7, 9, 13, 15, 21, 25…
- Estas iteraciones se repiten una y otra vez, y la lista depurada del 1 al 100 queda así: 1, 3, 7, 9, 13, 15, 21, 25, 31, 33, 37, 43, 49, 51, 63, 67, 69, 73, 75, 79, 87, 93 y 99.
A esta lista cribada es a lo que los matemáticos llaman, desde 1955, números de la suerte. ¿Sirven para algo en los juegos de casino? Pues no, la verdad. Es simple teoría matemática para investigar sus propiedades (por ejemplo, los de la suerte comparten algunas propiedades con los números primos), pero no favorecen victorias, no ayudan a hacer predicciones, ni tienen relevancia alguna en el juego. De hecho, los jugadores que usan un número de la suerte no utilizan estos necesariamente, la mecánica es otra. Y lo veremos con dos ejemplos.
Elegir un número de la suerte en la lotería
«Como mi hija nació el día 8 y fue el mejor día de mi vida, mi número de la suerte es el 8 y todos los billetes de lotería los cojo acabados en 8». Ésta suele ser la mecánica detrás de un número afortunado de una persona cualquiera. Asociaciones subjetivas, y no matemáticas.
Pero cuando pones las matemáticas en contacto con lo subjetivo, llegan las desilusiones: lo cierto es que en cada sorteo de lotería hay exactamente las mismas probabilidades de que salga una terminación en 8 o que lo haga en cualquier otro número. Si alguna vez aciertas es por pura suerte, por pura estadística, no porque dicho número tenga propiedades ocultas, algún poder, o cualquier otra característica más propia de la numerología (que no deja de ser una pseudociencia, basada en creencias más que en hechos) que del mundo real.
La suerte en el casino: el ejemplo de la ruleta
La ruleta es quizá el juego de casino en el que más proclive es la gente a utilizar un número de la suerte, y lo hacen por dos vías.
Insistir en un número de la suerte para apuestas directas
Digamos que tu número afortunado es el 13, y tú siempre haces apuestas directas a ese número. Está bien: tienes 1/37 posibilidades de que salga ese como cualquier otro, es decir, un 2,7%. El problema llega cuando ganas, y como te sientes afortunado, vuelves a hacer una directa al mismo número 13. Tú crees que tienes las mismas probabilidades, pero en realidad no, porque al ser consecutivas, la cuenta es (1/37) x (1/37) = 0,73%. ¡Tus probabilidades han bajado mucho! Y si vuelves a intentarlo una tercera, todavía bajan más. Esto lo explicamos bien en nuestra Guía PlayUZU de Ruleta, en el capítulo sobre Números y Estadísticas de la Ruleta.
Usar las series de fríos y calientes como una cuestión de fe
Muchos juegos de ruleta online tiene una sección estadística en la que te indica los llamados números fríos o calientes, o como los llaman algunos jugadores, «durmientes» o «despiertos».
Se trata de una estadística que te indica cuáles han salido, y cuántas veces, en las últimas 100, 1.000 o 10.000 tiradas. Como la ruleta es 100% aleatoria, la idea es que la proporción de cada cifra será parecida, todos los números han de salir más o menos las mismas veces. Pero la realidad es que esto es así en una cuenta infinita. Cuanto más larga sea la muestra, más se parecerá la realidad a lo ideal. Sin embargo, como es aleatorio, a lo mejor en las primeras 1.000 tiradas hay algunos números que han salido muchas más veces que otros.
Este desequilibrio es el que lleva a pensar a la gente que algunos «salen más» o «salen menos», y a apostar entorno a esta idea. Pero lo cierto es que no sirve para hacer predicciones… ¡porque en cada tirada de ruleta siempre existe, invariablemente, un 2,7% de probabilidades de que salga cada uno de ellos!
Busca tu suerte sin tanto cálculo
Lo cierto es que creer en los números de la suerte no es tan distinto de creer en la astrología y el poder de los signos del zodíaco en el horóscopo. No te irá mejor la partida por ser cáncer, aries o escorpio, y del mismo modo, no te irá mejor por apostar siempre al 9 o hacerlo al 12, o a una suma de ambos. En un sorteo o lotería puedes apostar tranquilamente a tu número de la suerte, e incluso puedes darle preferencia en tus jugadas de la ruleta.
Pero, en última instancia, tus amigas son las matemáticas y los datos comprobables, no la superstición o cualquier jugador súper afortunado que encuentres en las noticias que diga que tal o cual número es afortunado.
Y recuerda siempre: si los llamamos juegos de azar, es por algo. ¡Y el azar se caracteriza, precisamente, por ser impredecible! Y al fin y al cabo… ahí es donde está la gracia, ¿no? O sea que cuando entres en tu casino online PlayUZU… ¡céntrate en divertirte!
